En Fragmentos, César Augusto busca “descubrirse a sí mismo como artista”

Con la providencia de la música como excusa, cada cierto tiempo en cada cultura y en cada pueblo, aparecen “elegidos” para fundar grandes cosas, que a la postre, gracias a su talento y al empeño de su siembra, trascienden en la historia. Así se muestra César Augusto @cesarcuatro_  joven cuatrista, guitarrista, compositor y alquimista del arte, que a sus incipientes 20 años de vida, más que insinuarse como una figura emergente en el quehacer musical margariteño, toma el testigo de los grandes maestros para encender una llama creativa de estética elevada, con la buena vibra y su sencillez como fundamento.

Con el orgullo de su linaje margariteño y la complicidad de los atardeceres y arenas pampatarenses, desde muy niño se abocó a la mágica pesca de arpegios y acordes a orilla e’ playa, con la bahía y las salinas como testigos de lo que se avecinaba. Hijo musical del Sistema de Orquestas de Venezuela, de la Escuela de Música Pampatar, de los Maestros Chuíto Salcedo, Robert Natera, Rafael Aponte, Juancho Rojas, Gustavo Ojeda , Elverth Peña y Esteban Ojeda, y de los virtuosos miembros del C4 Trío Jorge Glen, Héctor Molina y Edward Ramírez, entre tantos otros, de quienes sin prisa pero sin pausa, ha sacado la savia de sus saberes con la gratitud como premisa.

Tras grandes actuaciones y reconocimientos, con figuras tan relevantes como el Maestro Ilan Chester o Nella Rojas (nuestra ganadora del Grammy Latino), César Augusto decidió dejar patente su primera obra musical, “Fragmentos”, un fresco y sofisticado EP con 5 composiciones y arreglos de su pluma artística, en las que con sapiencia de orfebre ha logrado esculpir una emotiva pieza de colección, plasmando un interesante sincretismo cultural, amalgamado en el mestizaje de géneros continentales como la bulería, el guaguancó, el joropo, la onda nueva, el sangueo, la samba argentina y el sabroso pambiche dominicano, sin olvidar sus aires margariteños en su atinada mescolanza de world music.

En Fragmentos, César Augusto busca “descubrirse a sí mismo como artista”, “viviendo el alma que le ha tocado vivir”, representando los sueños de una generación, alcanzando su libertad en el cautiverio de su música, y dejando salir de su caja de sonidos el sosiego, la esperanza, la añoranza, el optimismo y la picardía más oriental, fragmentos de sí mismo que orgánicamente lo dejan al descubierto de cara al viento.

 Su origen y su familia han sido la esencial inspiración de su opera prima, a quien dedica “Meme”, “Celeste”, “Piajito”, “Fragmentos” y la conocida “Historia de un Amor”, temas musicales que encierran su pentagrama vivencial y la honra a su estirpe.

Para ello César Augusto ha contado con la buena estrella de vibrantes músicos, cantantes técnicos y amigos, quienes han colaborado a dejar impresa su huella digital. Entre los valores artísticos estuvieron los maestros Gonzalo Teppa y Juan Carlos Zabala en el bajo, Pablo Agreda en los teclados, Milko Vásquez, el “Gato” Gallardo y Ricardo García en la percusión, Jeshua Rísquez en la batería, Cheché Requena en las maracas y Migue Cardona, como cantante invitado. Además del siempre proactivo Luis Sosa @sosatex en la co-producción, grabación y mezcla, la masterización de Juan Carlos Arévalo, el apoyo de la Fundación ArtesanoGroup, el Conservatorio Alberto Requena, Giovanni Prieto, Luis Mori con su plataforma musical iichamo.com y el periodista Marco Antonio Delgado en la prensa y asesoría comunicacional.

Dispónganse pues a disfrutar de “la Unicidad de los Fragmentosde César Augusto, un artista que sin atajos ni escafandras muestra lo más puro de su alma, con un lenguaje propio y un genuino mensaje, hacer música que sane el espíritu desde su corazón de mar.

Marco Antonio Delgado CNP. 7546

@cesarcuatro_

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